Todo el mundo tiene una lista de marcas favoritas, aquellas que siempre, sea la situación que sea, serán las elegidas. La persona tiene una capacidad media para amar a 5 marcas. ¿Amar? Sí, no estamos exagerando, el vínculo que establecemos con nuestras marcas es amoroso y más intenso de lo que pensamos.
Kevin Roberts, consejero delegado de Saatchi and Saatchi, denominó y acuñó hace 5 años el término lovemarks o lovebrands.
¿Qué define a estas marcas? Según Roberts, son aquellas que generan lealtad más allá de la razón. Por eso, el objetivo de las marcas tiene que ser estar entre esas elegidas. Ser una lovebrand. El valor de marca no sólo se aplica a una empresa, producto o servicio. Éste se extiende más allá, llegando incluso a las personas o los países que también crean su propia marca.
¿Cómo conseguir una Lovebrand?
Algunas marcas lo tienen más sencillo que otras. Si hablamos de Coca-Cola y sus ya míticos anuncios es más que sencillo que nos salga una sonrisa. ¿Recordáis a Papá Noel? Seguro que sí. Son marcas consolidadas que han hecho un branding más que acertado, por lo que han calado en la mente de los consumidores “for ever”. Todos tenemos reservado un pedacito de nuestro corazón para la bebida que más nos gusta.
Sin embargo, lo normal es tenerlo algo más complicado. Es necesario generar empatía hacia el consumidor, buscar engagement y generar una comunidad de prescriptores para conseguir tal fin. Esta labor no es tarea fácil, para ello debes seguir una serie de pautas:
- Crea un vínculo emocional. No basta con hacer tu trabajo y ofrecer buenos servicios, debes amar y creer en tu trabajo, apasionarte con él.
- Involucra a tus clientes. Es imprescindible conocer e identificar muy bien a tu público objetivo con la finalidad de que perciba tu marca como algo que siente y se comporta como ellos.
- Atrévete a perder el control de la marca. Tus clientes deben convertirse en embajadores y prescriptores de tu marca, recomendándola espontáneamente.
- El misterio. Debemos crear atracción hacia nuestro producto o servicio a través de un relato, una leyenda, que cada vez deriva más en un «storydoing». Deja que el cliente cree.
- Sensualidad. Has de ser una marca que apele a los cinco sentidos. Has de conocerte y saber cómo queremos ser como identidad, a qué olemos, a qué sabemos, cómo sentimos… Y cómo huelen, sienten, saborean, tocan y escuchan nuestros clientes.
En Sizet te ayudamos a sacar todo tu potencial como marca, estamos aquí para lograr tu éxito.